El monstruo vio una cueva. Entró. Dentro vio a Pedro y Mercedes jugando con sus crías. Al verlo, el monstruo le dijo a Pedro y Mercedes que podían ir a jugar con sus crías cuando quisieran. Pedro y Mercedes estaban de acuerdo, le entregaron las crías al monstruo y se fue a su casa.
Pedro y Mercedes iban a visitarles todos los días para jugar con ellas.
Y colorín colorado, está historia ha terminado
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