Cuando la mujer entró en la pescadería vio los peces de colores y les gustaron y los compró para comerselos.
La mujer llegó a su casa puso la sartén para freírlos.
La mujer llegó a su casa puso la sartén para freírlos.
Iba a abrirlos cuando le dió lástima y fue a la pescadería a devolverlos.
El pescadero le negó la devolución de la compra.
En ese mismo instante,Pedro y Mercedes entraron en la pescadería y le dieron dinero a la mujer para quedarse los peces de colores.
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