Se
encontraron las crías del monstruo. Era pequeñitas, suaves y muy
monas porque parecían una bolita de algodón. También eran muy
juguetonas. Empezaron a jugar con Pedro y Mercedes pero se asustaron
porque se creían que se los iban a comer.
Poco
después se enteraron de que su intención era buena, Pedro y
Mercedes empezaron jugar con ellos. De repente, apareció el padre
y se las llevó. Pedro y Mercedes no sabían como recuperarlas.
Podían...
¿Qué podían hacer?
Realizado por: María Martínez Bedmar (5ºB) y Cristina Díaz Pérez (5ºA)
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