Las haditas eran pequeñitas y muy buenas, cantaban muy bien.
Los duendecillos eran muy traviesos, cambiaban de nombre cada día, un día Plof, Trik o Catá Plof y muchos más.
Una hadita les preguntó:
- ¿Qué os pasa?
Ellos dijeron:
- Estamos perdidos y muy asustados. ¿Nos podéis ayudar?
- Vale te ayudaremos pero, sólo puede hacerlo uno de nosotros...
¿Quién queréis que los ayude...?
CURSO: 1º B
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